El arte es significante, y para A.SALUDARTE la representación de los haceres hace parte de la construcción de realidad de cada residente.
El auto retrato de Sandra representa mucho más que una simple expresión artística; encarna un proceso terapéutico fundamental dentro del modelo de rehabilitación de base comunitaria de A.SALUDARTE. Cuando una persona con trastorno mental plasma su imagen a través del arte, está reconectando con su identidad y reconstruyendo su narrativa personal. En este proceso creativo, Sandra no solo dibuja un rostro, sino que reafirma su existencia, validando sus experiencias y emociones en un entorno que reconoce su valor intrínseco como ser humano, más allá de cualquier diagnóstico psiquiátrico.
Para A.SALUDARTE, los talleres sensoperceptuales que incluyen música, danza, pintura y fotografía constituyen canales privilegiados para la estimulación de los sentidos y la expresión auténtica. A través de estas actividades, residentes como Sandra logran mejorar su capacidad de recibir y procesar estímulos del entorno, estableciendo nuevas conexiones neurológicas que favorecen su funcionalidad mental. El auto retrato se convierte así en un testimonio visual del proceso de rehabilitación, donde cada trazo, color y forma refleja el avance en la recuperación de la autonomía y la reconstrucción del proyecto de vida personal.
La representación de los “haceres” —como este auto retrato— no es un elemento aislado en el proceso terapéutico, sino parte integral de una metodología que combina arte, ecología y desarrollo humano. Cuando los productos artísticos creados en la comunidad se comparten y valoran colectivamente, se genera un poderoso mecanismo contra el estigma social asociado a los trastornos mentales. El trabajo de Sandra, al igual que el de otros residentes, contribuye a la creación de material cultural que educa a la población general, demostrando que las personas con diagnósticos psiquiátricos son capaces de generar belleza, significado y transformación. Así, el arte en A.SALUDARTE trasciende lo meramente decorativo para convertirse en una herramienta de inclusión social, dignificación y construcción colectiva de nuevas realidades.
