Un Modelo Innovador de Inclusión Social
En las verdes colinas de Chinauta, a pocos kilómetros de Bogotá, se desarrolla silenciosamente una revolución en el cuidado de la salud mental. La Asociación Coometas Campesinas y Saludarte (A.SALUDARTE) ha creado un espacio donde las personas con trastornos mentales no solo encuentran refugio, sino que redescubren su potencial humano a través de un modelo integral de Rehabilitación de Base Comunitaria (RBC).
Más Allá del Tratamiento: Una Comunidad que Sana
Desde 2006, A.SALUDARTE ha demostrado que la verdadera rehabilitación va más allá de los medicamentos y las consultas psiquiátricas. En su sede rural, rodeada de 3 hectáreas de naturaleza exuberante, los residentes no son pacientes pasivos, sino protagonistas activos de su propia recuperación.
La Malla de Cuidado en Acción
Lo que distingue a A.SALUDARTE es su innovadora “malla de cuidado” – una red invisible pero poderosa que entrelaza tres ejes fundamentales: autocuidado, convivencia y ocupación. Esta estructura se manifiesta de manera tangible en las actividades cotidianas que desarrollan los residentes.
En la cocina del Hogar, hacer arepas para la semana
Los días miércoles, el aroma de leña que asa las arepas de maiz peto impregna el ambiente. Aquí, residentes como el que vemos en las imágenes, trabajan meticulosamente, transformando el maíz en masa blanca para productos que no solo alimentan el cuerpo, sino que nutren el alma. Esta actividad, aparentemente simple, representa mucho más: es la recuperación de la dignidad a través del trabajo productivo.
“Cada arepa que hacemos es una prueba de que podemos ser útiles”, podría decir cualquiera de los residentes que participa en este taller. La cocina no es solo un espacio de producción, sino un laboratorio de autoestima donde se construyen competencias sociolaborales afectadas durante los períodos de crisis.
Los Jardines como Terapia Verde
Las imágenes de los residentes trabajando en jardinería revelan otra dimensión del modelo de A.SALUDARTE. Con tijeras de podar en mano, dos compañeros colaboran en el cuidado de los arbustos que rodean las instalaciones. Esta actividad trasciende el simple mantenimiento; representa la reconexión con la vida, el crecimiento y los ciclos naturales.
La agricultura básica y la jardinería funcionan como espejos donde los residentes pueden ver reflejado su propio proceso de recuperación. Así como las plantas necesitan cuidado, paciencia y tiempo para florecer, ellos también están en un proceso de florecimiento personal.
El Compostaje: Transformando lo Descartado en Vida Nueva
Una de las actividades más simbólicas que desarrollan los residentes es la preparación de compost. En las fotografías, vemos cómo organizan cuidadosamente material orgánico sobre lonas negras, transformando desechos en nutrientes para nueva vida. Esta metáfora cobra especial relevancia en el contexto de A.SALUDARTE: personas que la sociedad a menudo descarta por su condición mental, encuentran aquí la oportunidad de transformarse y generar valor.








Un Día en la Vida Comunitaria
La jornada en A.SALUDARTE comienza temprano. Los residentes se levantan en habitaciones sencillas pero dignas, compartiendo espacios que evocan la calidez de un hogar familiar. Después del desayuno – una de las cinco comidas nutritivas que reciben diariamente – comienza la ocupación dirigida.
Algunos se dirigen a los talleres de cocina, donde preparan alimentos no solo para su consumo, sino como parte de su formación en competencias laborales. Otros se encaminan hacia los espacios de agricultura, donde las 3 hectáreas de terreno se convierten en aulas abiertas donde aprenden desde el cultivo básico hasta técnicas de sostenibilidad ambiental.
La Revolución Silenciosa de la Inclusión
Lo que sucede en A.SALUDARTE representa una pequeña revolución en la forma como Colombia aborda la salud mental. En lugar del modelo de salud tradicional centrado en hospitales y medicamentos, aquí se implementa un enfoque comunitario que reconoce a la persona en su integralidad.
Los talleres sensoperceptuales complementan las actividades productivas. A través de música, danza, pintura y fotografía, los residentes estimulan sus canales sensoriales y recuperan la capacidad de disfrutar y recibir estímulos del entorno. Estas actividades no son simplemente recreativas; son herramientas terapéuticas que restauran conexiones neuronales y emocionales.
El Camino de Regreso a Casa
El modelo “Camino a Casa” de A.SALUDARTE es quizás su innovación más esperanzadora. A través de cuatro fases progresivas, los residentes transitan desde la protección total de la residencia hasta la reintegración autónoma en sus comunidades de origen.
Durante este proceso, las familias no son espectadoras pasivas. Participan activamente en sesiones de psicoeducación, aprendiendo a manejar síntomas y a estimular la funcionalidad mental de sus seres queridos. Las “visitancias” – estancias de cuidado supervisadas – fortalecen los vínculos familiares y preparan el terreno para el regreso definitivo.
Impacto Más Allá de las Cifras
Los logros de A.SALUDARTE trascienden las estadísticas tradicionales. Aquí se mide el éxito en amor por la vida recuperado, en proyectos de vida reactivados, en la dignidad restaurada de personas que vuelven a sentirse útiles y valoradas.
Los pequeños emprendimientos que surgen de los talleres – productos de amasijos, artesanías, trabajos agrícolas – no solo generan ingresos económicos. Representan la materialización de sueños que parecían perdidos para siempre. Cada arepa vendida, cada producto artesanal comercializado, es una victoria contra el estigma y la exclusión social.
Una Visión Nacional
A.SALUDARTE no se conforma con ser un oasis aislado de esperanza. Su visión es ambiciosa: replicar este modelo exitoso a nivel nacional, creando una red de comunidades de cuidado social que transformen la recuperación y la rehabilitación en salud mental en Colombia.
Esta expansión no busca simplemente multiplicar instalaciones, sino formar “comunidades de expertos por experiencia propia” – personas que, habiendo vivido el proceso de recuperación, se conviertan en líderes y facilitadores de la rehabilitación de otros.
El Futuro se Cultiva Hoy
En la granja autosostenible que A.SALUDARTE está desarrollando, se vislumbra el futuro de la inclusión laboral. Aquí, los residentes no solo se preparan para trabajos externos, sino que crean sus propias oportunidades de empleo a través de emprendimientos agrícolas, gastronómicos, artesanales y de turismo especializado.
Esta visión integral reconoce que la verdadera inclusión no se logra simplemente colocando a las personas en empleos tradicionales, sino creando ecosistemas económicos donde su potencial pueda florecer sin las barreras del estigma social.
Una Lección de Humanidad
Las imágenes de los residentes de A.SALUDARTE trabajando, creando, colaborando, nos enseñan una lección fundamental: la salud mental no se recupera en la pasividad de una consulta, sino que requiere de la actividad productiva, la convivencia respetuosa y el reconocimiento de la dignidad inherente de cada persona.
En un país donde el estigma hacia la enfermedad mental sigue siendo una barrera enorme, A.SALUDARTE demuestra que es posible construir espacios de inclusión real, donde las diferencias neurológicas y psicológicas no sean obstáculos sino oportunidades para crear comunidades más ricas y diversas.
Cada día que amanece en Chinauta, los residentes de A.SALUDARTE escriben, con sus manos trabajadoras y sus corazones resilientes, una nueva página en la historia de la salud mental colombiana. Una historia donde la esperanza no es una promesa lejana, sino una realidad tangible que se hornea en el pan de cada mañana, se cultiva en cada planta cuidada y se teje en cada vínculo comunitario restaurado.
A.SALUDARTE demuestra que cuando se brindan las condiciones adecuadas, las personas con trastornos mentales no solo pueden recuperar su funcionalidad, sino convertirse en agentes de transformación social, rompiendo paradigmas y construyendo un futuro más inclusivo para todos.